Diecisiete capítulos de amores y sabores nórdicos se promete desde el subtítulo. Al abrir las páginas, se entiende el porqué de la alianza estratégica: estas finlandesas, que rondan los 30 y que vivieron en Buenos Aires, enlazan momentos de afectos con recetas ad hoc.
Dulces y salados para toda ocasión emocional: solos y solas, primeras citas, convivencia, almuerzos en familia... Nada se les escapa. Así es como el libro termina por resignificarse como ejemplar de autoayuda, o guía, o mapa culinario-emocional del adulto. Pase y vea.
Capítulo 3: Picnic
- Bastones de carne picante + salsa de perejil y mostaza
2 dl de pan rallado, 3 dl de agua, ½ sobre de sopa de cebolla, 2 huevos, 2 cucharadas de ají molido o salsa de chile, 400 g de carne picada
Colocar 1 dl del pan rallado, el agua y la sopa de cebolla en un bol. Esperar 10 minutos hasta que los ingredientes secos hayan absorbido toda el agua y agregar los huevos, el ají molido (o la salsa picante) y, por último, la carne picada. Tomar pequeñas porciones de la masa, formar bastones y rebozar con el resto del pan rallado. Insertar un pincho remojado en los bastones y asar en el horno (225 °C, 20 minutos).
- Salsa de perejil y mostaza
1 pote chico de queso, crema untable, 1 dl de perejil picado, 2 cucharadas de mostaza con miel
Mezclar todos los ingredientes y dejar descansar en la heladera durante una hora antes de servir.
- Redonditos de arándano de la mamá de Petra
Para la masa: 2 huevos, 2,5 dl de azúcar, semillas de una chaucha de vainilla o 1 cucharadita de esencia de vainilla, 2 dl de manteca derretida, 5 dl de harina de trigo, 2 cucharaditas de polvo para hornear, 0,5 dl de leche descremada, 0,5 dl de crema, 2 cucharadas de jugo de manzana.
Para el relleno: 150 g de arándanos frescos o descongelados, 3 cucharadas de almidón de maíz, 3 cucharadas de azúcar
Batir 2 huevos con 2,5 dl de azúcar hasta formar una espuma; agregar la vainilla y la manteca. Mezclar el polvo para hornear con la harina y agregar, sin batir, a la preparación; por último, agregar los líquidos. Distribuir la masa en una fuente enmantecada para hornear (de 30 x 25 cm). Para el relleno, mezclar los arándanos con el almidón de maíz y el azúcar, y distribuir de forma pareja sobre la masa. Hornear (200 °C, 15-20 minutos). Dejar entibiar un poco y cortar en círculos o en pequeños cuadrados con un cortapasta. Decorar con azúcar impalpable.
- Muffins salados con hongos
2,5 dl de harina de trigo, 1 cucharadita colmada de polvo para hornear, ½ cucharadita de sal, 1 cucharada de orégano deshidratado, ½ dl de queso rallado, 1 huevo, ¾ dl de leche, 30 g de manteca derretida, ½ dl de hongos frescos picados, 6 hongos muy chicos enteros, 50 g de queso untable tipo Philadelphia (puede ser saborizado)
Unir los ingredientes secos y el queso rallado en un bol. En otro recipiente, mezclar el huevo, la leche, la manteca derretida y los hongos picados, y luego agregar la mezcla a los ingredientes secos. Colocar la masa en seis moldes de muffins (si son de papel, enmantecarlos bien; si son de silicona, te felicito). Apretar con el dedo la parte de arriba de cada muffin y rellenar el hueco con una cucharadita de queso Philadelphia y un hongo entero. Hornear (200 ºC, 20 minutos). Lo ideal es comerlos calientes; se pueden recalentar.
Variaciones: usar aceitunas en lugar de hongos; y queso feta en lugar de queso rallado. El chimichurri (mezcla argentina de condimentos) queda muy bien en lugar de orégano.
- Yogur con pera y cardamomo
(+ sugerencia para preparar yogur casero)
200 g de yogur natural sin azúcar, 2 cucharadas de yogur bebible de vainilla, 1 cucharada de miel (líquida), 1 pera pelada y cortada en rodajas alargadas, ½ cucharadita de semillas de cardamomo molidas
Mezclar los ingredientes líquidos. En un vaso, alternar capas de yogur y pera. Decorar con las semillas de cardamomo molidas.
Variaciones : en lugar de las semillas de cardamomo, usar canela o cualquier especia para repostería o café instantáneo.
Sugerencia para preparar yogur casero: para ahorrar y tener yogur casero rico, mezclar un pote chico de yogur natural sin azúcar con 1 litro de leche; colocar la preparación en recipientes individuales con tapa y dejar reposar ,sin mover, durante una noche a temperatura ambiente (20-25°C).
Si el clima lo permite, a la mañana esta preparación debería haberse transformado en yogur y podría guardarse durante una semana en la heladera.
A la semana, se puede hacer nuevamente yogur si se mezcla una cucharadita del yogur casero con otro litro de leche; y así se puede seguir hasta que el yogur tenga olor fuerte; ése es el momento de empezar de nuevo.
He mantenido esta cadena en varias ocasiones y hasta durante dos meses; lo hago porque el yogur saborizado industrial contiene muchísima azúcar (hay quien sostiene que más que el helado). De esta manera también lo puedo saborizar con lo que quiera: frutos del bosque, miel, naranjas, bananas, nueces, o lo que tenga a mano.
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