sábado, 5 de julio de 2008

Las infusiones

Tomar té ha sido una parte esencial de la vida china durante milenios. Los chinos fueron el primer pueblo del mundo en tomar esta bebida.
El origen exacto del té como infusión sigue incierto hasta hoy, pero la leyenda cuenta que éste fue descubierto por Shen Nung después de probar cientos de hierbas.
Shen Nung fue un gobernante legendario a quien se le atribuye la introducción de la agricultura y la medicina basada en hierbas en la sociedad china.

El arte chino de tomar té tuvo una fuerte influencia en la cultura de la infusión en Europa. A principios del siglo XVII, la Dutch East India Co. introdujo el té chino en Europa. Luego, para mediados del siglo XVII, el té de la tarde ya se había convertido en un ritual estándar entre la nobleza inglesa.

Aunque derivado de la misma fuente botánica, la Camellia Sinensis, el té se puede clasificar en distintas categorías dependiendo de la manera como se procesen las hojas después de ser recolectadas.
Existen tres variedades, de acuerdo al grado de fermentación de las hojas: verde, negro y oolong. Gran parte del té consumido en occidente es negro.

Té negro: Las hojas recién recogidas se dejan secar bajo techo, sobre estantes abiertos, sin que su estructura física se altere o se rompa. Una vez secas, se extienden para exponer a la atmósfera las enzimas que hay en ellas, permitiendo así su fermentación.
En un punto crítico, a éstas hojas de té que se están fermentando se les prende fuego alto para detener el proceso de fermentación. Lo que resulta, es un té negro, que luego se selecciona, se separa y luego se empaca en latas de té o bultos a granel.

Té verde o té japonés: Para elaborar el té verde, las hojas recién recogidas, no se fermentan, sino que se someten a un proceso de cocción al vapor y de secado al fuego que detiene la fermentación de las enzimas.
Las hojas luego se extienden y se secan antes de que se les prenda un último fuego que impide cualquier fermentación.

Té Oolong: El té Oolong ("u-long") se encuentra entre el té negro y el té verde. Los brotes tiernos del té se ponen a secar afuera entre 30 y 60 minutos, luego se secan bajo techo, extendiéndolos suavemente con la mano, durante 6 a 8 horas.
Al resecarse, el proceso de fermentación se detiene y entonces se procede a la extensión y el secado. Después de secarse al fuego una última vez, el té Oolong se separa en grupos y se empaca en latas de té o bultos a granel.

Infusiones

En la actualidad hay unas 3.000 variedades de preparaciones para la infusión, es decir, bebidas realizadas sobre la base de agua y hierbas aromáticas cuyas capacidades medicinales y contribución al buen funcionamiento del organismo están demostradas.

Manzanilla: También llamada Camomila, ésta es una hierba adaptada a los climas cálidos, semi cálidos, semi secos y templados de abundante presencia en Latinoamérica, cuyas hojas se asemejan al encaje y sus flores se caracterizan por sus tonos amarillos y blancos.
Es una de las infusiones más empleadas en el mundo, ya sea como bebida o aplicándola directamente sobre la parte afectada.
Desde tiempos antiguos, los mexicanos han empleado esta hierba para tratar los trastornos digestivos leves, como diarrea, gastritis, indigestión o cólicos, algo que en la actualidad también es común en nuestra cultura.
Asimismo, es frecuente emplearla para irritaciones o inflamaciones oculares, para lo cual es necesario cocerla y dejarla enfriar.
Otros usos hacen referencia a las afecciones respiratorias (catarros, tos, asma, etcétera), para limpiar heridas superficiales o tratar el acné.

Tilo: Debido a sus capacidades sedantes es frecuente emplearla como tranquilizante, para calmar el estado nervioso. Además, ayuda a realizar la digestión y a dormir con facilidad.

Valeriana: Esta hierba actúa contra el nerviosismo, como sedante y relajante. Sin embargo, si no se cuida la proporción del consumo puede ocasionar la excesiva sedación del sistema nervioso, así como al retardo de la circulación y el descenso de la presión arterial.

Menta: Existen cerca de 30 variedades de esta hierba, aunque las más utilizadas son la Menta (Peppermint o Mentha Piperita) y Menta Verde (Spearmint o Mentha Spicata). Es cultivada, sobre todo, en Europa, Estados Unidos y Asia.
En gastronomía se emplea para condimentar todo tipo de guisos, así como para aromatizar postres y, sobre todo, para producir licores.
Se puede adquirir seca, fresca o en aceite, aunque conviene saber que siempre se encuentra muy concentrada.
Las propiedades curativas se encuentran en la totalidad de la planta y su principal finalidad es la de optimizar las funciones digestivas.

Anís Verde: Desde la era antigua, esta hierba se ha empleado con fines mágicos, así como por su buen aroma,
Esta bebida es de gran utilidad como digestivo. Asimismo, se emplea con frecuencia en la cocina para dar aroma y sabor, sobre todo, a los dulces.

Romero: Ha sido empleada desde la antigüedad con fines curativos del sistema nervioso. Se la ha apreciado a lo largo de la historia por su persistente buen olor, parecido al del limón y al del pino. Los expertos aseguran que su aroma tiene la capacidad de reforzar la memoria y de mejorar la circulación.

Verde Country

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