Con el auge de la comida peruana, la gastronomía latinoamericana gana terreno. Y la venezolana es una de las que más adeptos suma, de la mano de la arepa, su plato emblemático. Aquí, dónde probarlas.
Para un argentino escuchar a alguien pidiendo “unos tequeños con guasacaca” o una “pelúa”, es casi lo mismo que escuchar a un chino hablando en su idioma natal. Es que la cocina venezolana recién comienza a conquistar los paladares porteños y a abrirse un espacio en la ciudad.
Coletazo del boom gastronómico peruano, en el último tiempo ha crecido el interés en saber más y probar las distintas costumbres gastronómicas de Latinoamérica. Y si Perú se lleva el trofeo de oro, Venezuela tiene armas como para colgarse la medalla de plata.
El fenómeno que despunta no es exclusivamente latino. Por ejemplo, Caracas Arepa Bar, en Nueva York, ya cuenta con tres locales y es frecuentada en igual medida por venezolanos y extranjeros. Caracas Bar en Buenos Aires, en tanto, es otro lugar donde, según sus dueños, se puede escuchar gran diversidad de acentos entre su clientela fija. El secreto pareciera ser un componente del menú que no falla entre quienes lo prueban. Un plato que se destaca entre los demás y tiende a ser el protagonista de los establecimientos regionales alrededor del mundo: la arepa.
LA REINA DEL BAILE
Así como el ceviche es el emblema de la mesa peruana y los tacos de la mexicana, la arepa es el principal exponente de la gastronomía venezolana en el exterior. Existen distintos tipos, pero la más popular es la arepa rellena. ¿Qué es? Una tortilla gruesa de maíz asada originaria de los aborígenes locales. Una vez cocida, se abre por la mitad y se llena con distintos ingredientes que cambian según el momento del día en que se coma. En el desayuno se acompaña con huevo revuelto, jamón y queso. En el almuerzo y la cena, se come con alimentos más contundentes como carne, cerdo o mariscos.
Muchas arepas rellenas tienen nombres muy coloquiales que han trascendido hasta oficializarse. Una de las más populares es “la reina pepiada”, cuyo contenido es una mezcla de gallina picada, palta pisada y mayonesa. Otra muy famosa es “la pelúa”, que lleva queso amarillo rallado y carne desmechada. La cachapa es un panqueque de maíz dulce que se acompaña con queso fresco que también podría entrar en esta categoría.
EL ABC DE LA GASTRONOMIA VENEZOLANA
Además de la arepa, existen una variedad de platos exquisitos que hoy podés probar en Buenos Aires. Para que tengas una idea antes de probarlos, tené en cuenta que la comida de este país se rige por su practicidad y tiende a consumirse en situaciones y lugares informales. Muchos platillos y bebidas suelen venderse al paso, como es el caso del cachito y la chicha andina. El primero es un envuelto a base de harina de trigo relleno de jamón picado y la segunda es una bebida a base de maíz, leche y azúcar que se toma de desayuno, postre o merienda.
En los encuentros sociales, independientemente de si son casamientos, cumpleaños o reuniones de amigos; no faltan los famosos deditos de queso frito llamados tequeños. Estos se comen solos o con guasacaca, que es una especie de chimichurri hecho con trocitos de palta, tomates, cebolla, morrón, perejil y vinagre. Se puede agregar sobre la carne a la parilla, el pollo asado e infinidad de preparaciones.
En la playa es difícil no toparse con un puesto de empanadas. A diferencia de las argentinas, están hechas de harina de maíz y fritas; una de las más particulares, es la de cazón. También son muy comunes los patacones, que son rebanadas de plátano aplastado y frito que suelen comerse acompañados de queso rallado o salsa golf.
Dos platos de mayor formalidad son la hallaca y el pabellón criollo. El primero es un tamal de harina de maíz con un relleno a base de carne de cerdo, res y gallina. Tradicionalmente se prepara entre toda la familia a principios de diciembre y se come en Navidad. El pabellón, en tanto, está compuesto de arroz blanco, carne desmechada, plátano maduro frito, porotos negros y queso blanco. En la isla Margarita se hace una empanada muy famosa rellena con pabellón.
DONDE PROBARLA EN BUENOS AIRES
Debido a la creciente inmigración de venezolanos, todos los platos que mencionamos anteriormente se pueden conseguir actualmente en Buenos Aires. Así que tomá nota de estas delicias culinarias y proponete probarlas al menos una vez; no te vas a arrepentir.
Arepera Buenos Aires
Los dueños de este restaurante son Florencia y Alejandro, una pareja de argentinos que, gracias a mucho esfuerzo y un fuerte contacto familiar con Venezuela, lograron abrir la arepera en 2011. El lugar tiene un ambiente que recuerda a un restaurante mexicano, especialmente por el cactus que saluda a los comensales cuando entran. La decoración es escasa, en su mayoría ha sido donada por clientes venezolanos que han querido dejar recuerdos de su patria como sello de aprobación. La música es muy acorde al lugar, va desde el tango electrónico hasta el son cubano. Luego de aprender todos los secretos de un chef venezolano, Alejandro se puso frente a la cocina. Afirma que lo que más sirven son arepas y se lleva la mención de honor la de pabellón. Sin embargo, la reina no es la pepiada -que igual es muy rica- sino la del gato. Está rellena de palta, plátano y queso blanco, una combinación increíble de sabores. Son riquísimos también los tequeños con guasacaca y la empanada de pabellón. Todo esto debe ser acompañado con jugo de maracuyá o un tradicional papelón con limón (a base de caña de azúcar, agua y limón). Se recomienda ir con mucha hambre ya que las arepas son grandes y las entradas tentadoras. El precio promedio por persona es de 75 pesos. Abre de martes a domingo sólo en las noches.
(Estado de Israel 4316, Almagro / T. 15- 6463-1229)
Caracas Bar
Una enorme caja de luz con la imagen panorámica de Caracas nos indica que estamos en el lugar indicado. Si no fuese por eso, este local minimalista e increíblemente bien iluminado, puede pasar como otro bar de la movida nocturna palermitana. Pero lo que esconden los primos venezolanos Yayo y Félix detrás de las puertas de este local, es que además de un bar con mucha onda, es un restaurante de comida venezolana con todas las letras. Ofrecen un menú extenso con una gran variedad de arepas. Las más pedidas son la de bondiola, la de pabellón y la reina pepiada; pero no debés irte sin probar los tequeños y la cachapa. Si no podés decidirte, la picada venezolana es la elección correcta y si preferís asesoramiento in situ, no dudes en pedir las recomendaciones diarias del chef, Daniel Hernández. Para finalizar la experiencia culinaria, es obligación pedir una torta tres leches. El precio promedio por persona es de 90 pesos. Muy recomendable quedarse para la movida nocturna y disfrutar de la electrónica, el hip hop y la salsa de los DJs residentes con un roncito venezolano en mano. El ambiente es muy distendido y, dada su ubicación, el lugar es frecuentando en igual medida por argentinos y extranjeros. Abren de lunes a sábado desde el mediodía hasta que el cuerpo aguante.
(Guatemala 4802, Palermo / T. 4776-8704)
Arepita de Manteca
El chef venezolano Javier León y su novia-socia Aura Jiménez, están detrás de este restaurante a puertas cerradas y servicio de catering que se promociona sólo a través de su fan page. Organizan almuerzos y cenas programadas y venden distintas exquisiteces regionales durante los fines de semana. Para enterarse sólo hay que hacerse fan en Facebook y estar atentos a las diferentes actividades culinarias que organizan. También tienen una página web con información muy interesante y útil. No dejes de comprar una bandejita de tequeños tradicionales o tequeños de guayaba y queso (los entregan congelados para freír en casa). Tampoco te pierdas de los cachitos de jamón y los golfeados que venden calentitos y listos para comer, sólo durante ciertos días del año. Las comidas a puertas cerradas son con un menú fijo que oscila entre los 70 y los 90 pesos y suelen organizarse en distintos lugares de la capital. La info está en arepitademanteca.com.ar.
Por Daniela Maestres
Fuente Texto e Imagen Planeta Joy
Para un argentino escuchar a alguien pidiendo “unos tequeños con guasacaca” o una “pelúa”, es casi lo mismo que escuchar a un chino hablando en su idioma natal. Es que la cocina venezolana recién comienza a conquistar los paladares porteños y a abrirse un espacio en la ciudad.
Coletazo del boom gastronómico peruano, en el último tiempo ha crecido el interés en saber más y probar las distintas costumbres gastronómicas de Latinoamérica. Y si Perú se lleva el trofeo de oro, Venezuela tiene armas como para colgarse la medalla de plata.
El fenómeno que despunta no es exclusivamente latino. Por ejemplo, Caracas Arepa Bar, en Nueva York, ya cuenta con tres locales y es frecuentada en igual medida por venezolanos y extranjeros. Caracas Bar en Buenos Aires, en tanto, es otro lugar donde, según sus dueños, se puede escuchar gran diversidad de acentos entre su clientela fija. El secreto pareciera ser un componente del menú que no falla entre quienes lo prueban. Un plato que se destaca entre los demás y tiende a ser el protagonista de los establecimientos regionales alrededor del mundo: la arepa.
LA REINA DEL BAILE
Así como el ceviche es el emblema de la mesa peruana y los tacos de la mexicana, la arepa es el principal exponente de la gastronomía venezolana en el exterior. Existen distintos tipos, pero la más popular es la arepa rellena. ¿Qué es? Una tortilla gruesa de maíz asada originaria de los aborígenes locales. Una vez cocida, se abre por la mitad y se llena con distintos ingredientes que cambian según el momento del día en que se coma. En el desayuno se acompaña con huevo revuelto, jamón y queso. En el almuerzo y la cena, se come con alimentos más contundentes como carne, cerdo o mariscos.
Muchas arepas rellenas tienen nombres muy coloquiales que han trascendido hasta oficializarse. Una de las más populares es “la reina pepiada”, cuyo contenido es una mezcla de gallina picada, palta pisada y mayonesa. Otra muy famosa es “la pelúa”, que lleva queso amarillo rallado y carne desmechada. La cachapa es un panqueque de maíz dulce que se acompaña con queso fresco que también podría entrar en esta categoría.
EL ABC DE LA GASTRONOMIA VENEZOLANA
Además de la arepa, existen una variedad de platos exquisitos que hoy podés probar en Buenos Aires. Para que tengas una idea antes de probarlos, tené en cuenta que la comida de este país se rige por su practicidad y tiende a consumirse en situaciones y lugares informales. Muchos platillos y bebidas suelen venderse al paso, como es el caso del cachito y la chicha andina. El primero es un envuelto a base de harina de trigo relleno de jamón picado y la segunda es una bebida a base de maíz, leche y azúcar que se toma de desayuno, postre o merienda.
En los encuentros sociales, independientemente de si son casamientos, cumpleaños o reuniones de amigos; no faltan los famosos deditos de queso frito llamados tequeños. Estos se comen solos o con guasacaca, que es una especie de chimichurri hecho con trocitos de palta, tomates, cebolla, morrón, perejil y vinagre. Se puede agregar sobre la carne a la parilla, el pollo asado e infinidad de preparaciones.
En la playa es difícil no toparse con un puesto de empanadas. A diferencia de las argentinas, están hechas de harina de maíz y fritas; una de las más particulares, es la de cazón. También son muy comunes los patacones, que son rebanadas de plátano aplastado y frito que suelen comerse acompañados de queso rallado o salsa golf.
Dos platos de mayor formalidad son la hallaca y el pabellón criollo. El primero es un tamal de harina de maíz con un relleno a base de carne de cerdo, res y gallina. Tradicionalmente se prepara entre toda la familia a principios de diciembre y se come en Navidad. El pabellón, en tanto, está compuesto de arroz blanco, carne desmechada, plátano maduro frito, porotos negros y queso blanco. En la isla Margarita se hace una empanada muy famosa rellena con pabellón.
DONDE PROBARLA EN BUENOS AIRES
Debido a la creciente inmigración de venezolanos, todos los platos que mencionamos anteriormente se pueden conseguir actualmente en Buenos Aires. Así que tomá nota de estas delicias culinarias y proponete probarlas al menos una vez; no te vas a arrepentir.
Arepera Buenos Aires
Los dueños de este restaurante son Florencia y Alejandro, una pareja de argentinos que, gracias a mucho esfuerzo y un fuerte contacto familiar con Venezuela, lograron abrir la arepera en 2011. El lugar tiene un ambiente que recuerda a un restaurante mexicano, especialmente por el cactus que saluda a los comensales cuando entran. La decoración es escasa, en su mayoría ha sido donada por clientes venezolanos que han querido dejar recuerdos de su patria como sello de aprobación. La música es muy acorde al lugar, va desde el tango electrónico hasta el son cubano. Luego de aprender todos los secretos de un chef venezolano, Alejandro se puso frente a la cocina. Afirma que lo que más sirven son arepas y se lleva la mención de honor la de pabellón. Sin embargo, la reina no es la pepiada -que igual es muy rica- sino la del gato. Está rellena de palta, plátano y queso blanco, una combinación increíble de sabores. Son riquísimos también los tequeños con guasacaca y la empanada de pabellón. Todo esto debe ser acompañado con jugo de maracuyá o un tradicional papelón con limón (a base de caña de azúcar, agua y limón). Se recomienda ir con mucha hambre ya que las arepas son grandes y las entradas tentadoras. El precio promedio por persona es de 75 pesos. Abre de martes a domingo sólo en las noches.
(Estado de Israel 4316, Almagro / T. 15- 6463-1229)
Caracas Bar
Una enorme caja de luz con la imagen panorámica de Caracas nos indica que estamos en el lugar indicado. Si no fuese por eso, este local minimalista e increíblemente bien iluminado, puede pasar como otro bar de la movida nocturna palermitana. Pero lo que esconden los primos venezolanos Yayo y Félix detrás de las puertas de este local, es que además de un bar con mucha onda, es un restaurante de comida venezolana con todas las letras. Ofrecen un menú extenso con una gran variedad de arepas. Las más pedidas son la de bondiola, la de pabellón y la reina pepiada; pero no debés irte sin probar los tequeños y la cachapa. Si no podés decidirte, la picada venezolana es la elección correcta y si preferís asesoramiento in situ, no dudes en pedir las recomendaciones diarias del chef, Daniel Hernández. Para finalizar la experiencia culinaria, es obligación pedir una torta tres leches. El precio promedio por persona es de 90 pesos. Muy recomendable quedarse para la movida nocturna y disfrutar de la electrónica, el hip hop y la salsa de los DJs residentes con un roncito venezolano en mano. El ambiente es muy distendido y, dada su ubicación, el lugar es frecuentando en igual medida por argentinos y extranjeros. Abren de lunes a sábado desde el mediodía hasta que el cuerpo aguante.
(Guatemala 4802, Palermo / T. 4776-8704)
Arepita de Manteca
El chef venezolano Javier León y su novia-socia Aura Jiménez, están detrás de este restaurante a puertas cerradas y servicio de catering que se promociona sólo a través de su fan page. Organizan almuerzos y cenas programadas y venden distintas exquisiteces regionales durante los fines de semana. Para enterarse sólo hay que hacerse fan en Facebook y estar atentos a las diferentes actividades culinarias que organizan. También tienen una página web con información muy interesante y útil. No dejes de comprar una bandejita de tequeños tradicionales o tequeños de guayaba y queso (los entregan congelados para freír en casa). Tampoco te pierdas de los cachitos de jamón y los golfeados que venden calentitos y listos para comer, sólo durante ciertos días del año. Las comidas a puertas cerradas son con un menú fijo que oscila entre los 70 y los 90 pesos y suelen organizarse en distintos lugares de la capital. La info está en arepitademanteca.com.ar.
Por Daniela Maestres
Fuente Texto e Imagen Planeta Joy
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